¿Recordás la rayuela, el elástico, la payana, rondas, mancha, escondida y los atesorados juguetes, como soldaditos, pelotas, ladrillos de goma, muñecas, cochecitos entre otros? ¡Qué linda época!, ahora ¿lo lindo eran los juegos y juguetes de ayer o la infancia? Sin lugar a duda lo que sin darnos cuenta nos hace volver a muchos en el tiempo es la infancia, primera etapa de vida, la más fuerte, la que nos marca toda nuestra existencia. Es por esto que uno escucha constantemente sobre los derechos de los niños, sobre el no trabajo infantil, sobre la protección que nosotros los adultos les debemos.
Esa etapa es fundamental para el desarrollo de la persona. Hoy nuestros chicos consumen mucha televisión por demasiados motivos, pero presentarles de repente cinco piedritas y retomar esa payana que nos divertía tanto sería una opción. Recuerdo cuando era chica que utilizábamos como antes nombré, piedritas, buscábamos que fueran parejas, o los carozos de alguna fruta que limábamos en escalones o veredas para redondearlos. ¡Qué simple!, mucho aire libre y compartir con amiguitos nos daba una infancia feliz.
Esa etapa es fundamental para el desarrollo de la persona. Hoy nuestros chicos consumen mucha televisión por demasiados motivos, pero presentarles de repente cinco piedritas y retomar esa payana que nos divertía tanto sería una opción. Recuerdo cuando era chica que utilizábamos como antes nombré, piedritas, buscábamos que fueran parejas, o los carozos de alguna fruta que limábamos en escalones o veredas para redondearlos. ¡Qué simple!, mucho aire libre y compartir con amiguitos nos daba una infancia feliz.
Las épocas han cambiado, pero a días de un nuevo festejo del Día del Niño, podemos acercarles algunos de nuestros juegos y entre pasado y presente intentar un cambio por chiquito que sea e inculcar que por ahí uno no puede comprar lo que nos presentan las vidrieras, pero no por eso los queremos menos o serán menos felices.
Trabajemos en la creatividad y seguramente terminaremos aprendiendo de estas nuevas generaciones.
¡Feliz día a todos! Porque nunca dejamos al niño interior.

Me has llevado atrás de un salto, amiga mía... volver a la infancia, sentir el aire libre mientras corríamos persiguiéndonos unos a otros, arrastrándonos intentando atrapar lagartijas y las piedrecitas (con tabas ó botones)...¡qué recuerdos!!
ResponderEliminarDesde tierras navarras, en el norte español, te mando un abrazo inmenso Mimi :)
Me alegro que te haya gustado Mariluz, los que hemos tenido la enorme fortuna de vivir una infancia tranquila y compartir nuestros juegos, llevaremos este recuerdo en nuestro corazón y la idea fue compartir hoy, un poquito de ese maravilloso ayer.
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