En general vamos y venimos, nos cruzamos y pocas veces nos vemos. Y de eso se trata este lugarcito, de presentar a personas que miramos, pero no vemos.
Hoy me acompaña en este camino, un gran fotógrafo local, el Sr. Orlando Raúl Stella a quien admiro porque he sido su alumna y siento que cuento con su amistad.
Empezó a trabajar como tal, allá por el año 1959, siendo su primera cámara, una Agfa Silette de visor directo. Detuvo el tiempo a través de la fotografía en los colegios San Marcos, Grilli, Robertson entre otros. Casamientos, cumpleaños, los típicos retratos familiares. ¿Quién no ha llamado alguna vez al Sr. Stella? ¡El Fotógrafo!
Aún hoy sigue desplegando su pasión, se lo ve siempre con paso firme y rápido por las calles echeverrianas, sigue dictando clases de fotografía y cada día deja todo su conocimiento, claro y preciso, paciente, teniendo en cuenta que lo que transmite es un arte y nada fácil por cierto. Va despertando en el alumno la pasión por la perfección, nunca sus críticas destruyen al autor, las encara con un elogio y luego da su “humilde” (término que le gusta utilizar), punto de vista.
Lo primero que encara en su curso es la famosa cámara estenopeica, es muy difícil explicar lo que se siente tomar una fotografía con una simple caja de zapatos, sí, ha leído bien. Enseña a construirla y luego sale con sus alumnos para poner en práctica algo tan emocionante, de ahí al improvisado laboratorio para revelar el negativo y ya queda listo para acercarse a cualquier casa de fotos y pedir una impresión de la misma. ¡La foto sale! y la sensación al ver esto es muy difícil de describir.
Cuando uno empieza un curso, por ahí quiere ir directamente a la cámara y de a poco él se encarga de demostrar la enorme importancia que tiene la historia de la fotografía. La primera fotografía de la historia fue tomada por Joseph-Nicéphore (1765-1833). Esto sucedió en el 1826/27 cuando logró fijar una imagen permanente del patio de su casa. Para realizar esta fotografía utilizó una plancha de peltre recubierto de Betún de Judea, exponiendo la plancha a la luz quedando la imagen invisible; las partes del barniz afectadas por la luz se volvían insolubles o solubles, dependiendo de la luz recibida. ¿lo sabías. Estas cosas que rara vez uno se plantearía y al saberlas, les aseguro que es otro el contacto que se tiene luego con el equipo. Años y años, cámaras y cámaras, todo va evolucionado, pero ver una estenopeica y sostener la propia …..¡caramba que hay historia!
El 21 de septiembre no sólo es el día de la primavera y del estudiante, también es el Día del Fotógrafo, personalmente no lo sabía y fue Orlando quien lo contó. En Latinoamérica, se instaló esa fecha recordando el día en que se realizó el primer daguerrotipo documentado históricamente (primera fotografía quirúrgica durante la guerra entre Méjico y U.S.A. 1846/47).
Es una persona que todos vemos y les propongo que al cruzarlo, se tomen unos minutos para saludar a un Señor con historia, la propia y la vivida con muchos vecinos queridos que parecen tan lejanos, tal el caso del Dr. Cardeza, Prof. Isolina Siciliano entre otros.
Va un pequeño homenaje a quien considero un grande “mi profe de fotografía”
Miriam E. Orlando
Hoy me acompaña en este camino, un gran fotógrafo local, el Sr. Orlando Raúl Stella a quien admiro porque he sido su alumna y siento que cuento con su amistad.
Empezó a trabajar como tal, allá por el año 1959, siendo su primera cámara, una Agfa Silette de visor directo. Detuvo el tiempo a través de la fotografía en los colegios San Marcos, Grilli, Robertson entre otros. Casamientos, cumpleaños, los típicos retratos familiares. ¿Quién no ha llamado alguna vez al Sr. Stella? ¡El Fotógrafo!
Aún hoy sigue desplegando su pasión, se lo ve siempre con paso firme y rápido por las calles echeverrianas, sigue dictando clases de fotografía y cada día deja todo su conocimiento, claro y preciso, paciente, teniendo en cuenta que lo que transmite es un arte y nada fácil por cierto. Va despertando en el alumno la pasión por la perfección, nunca sus críticas destruyen al autor, las encara con un elogio y luego da su “humilde” (término que le gusta utilizar), punto de vista.
Lo primero que encara en su curso es la famosa cámara estenopeica, es muy difícil explicar lo que se siente tomar una fotografía con una simple caja de zapatos, sí, ha leído bien. Enseña a construirla y luego sale con sus alumnos para poner en práctica algo tan emocionante, de ahí al improvisado laboratorio para revelar el negativo y ya queda listo para acercarse a cualquier casa de fotos y pedir una impresión de la misma. ¡La foto sale! y la sensación al ver esto es muy difícil de describir.
Cuando uno empieza un curso, por ahí quiere ir directamente a la cámara y de a poco él se encarga de demostrar la enorme importancia que tiene la historia de la fotografía. La primera fotografía de la historia fue tomada por Joseph-Nicéphore (1765-1833). Esto sucedió en el 1826/27 cuando logró fijar una imagen permanente del patio de su casa. Para realizar esta fotografía utilizó una plancha de peltre recubierto de Betún de Judea, exponiendo la plancha a la luz quedando la imagen invisible; las partes del barniz afectadas por la luz se volvían insolubles o solubles, dependiendo de la luz recibida. ¿lo sabías. Estas cosas que rara vez uno se plantearía y al saberlas, les aseguro que es otro el contacto que se tiene luego con el equipo. Años y años, cámaras y cámaras, todo va evolucionado, pero ver una estenopeica y sostener la propia …..¡caramba que hay historia!
El 21 de septiembre no sólo es el día de la primavera y del estudiante, también es el Día del Fotógrafo, personalmente no lo sabía y fue Orlando quien lo contó. En Latinoamérica, se instaló esa fecha recordando el día en que se realizó el primer daguerrotipo documentado históricamente (primera fotografía quirúrgica durante la guerra entre Méjico y U.S.A. 1846/47).
Es una persona que todos vemos y les propongo que al cruzarlo, se tomen unos minutos para saludar a un Señor con historia, la propia y la vivida con muchos vecinos queridos que parecen tan lejanos, tal el caso del Dr. Cardeza, Prof. Isolina Siciliano entre otros.
Va un pequeño homenaje a quien considero un grande “mi profe de fotografía”
Miriam E. Orlando
He conocido al señor Stella, tomó fotos de distintas reuniones familiares. Lindo y sentido homenaje.
ResponderEliminarLaura de Monte Grande
Hola soy alumna de él y la verdad como decis es una persona extraordinaria no tan solo por el curso de fotografia sino por lo que enseña con respecto a la vida a como uno tiene enfrentarse a las cosas cotidianas, a destacar lo bueno de cada uno. Desde ya le agradezco mucho.
ResponderEliminarme encanto encontrar a nuestro querido profesor de fotografia en esta pagina, tan bien descripto. Si, mas que un personaje de nuestro lugar es un ser ultrahumanizado que pierde la cordura con la pasion por la vida, la fotografia y por todo lo que merezca apasionase.
ResponderEliminarHola, soy un alumno del Grilli. Actualmente tengo 44 años. El Señor Stella se encargo de mis recuerdos de fin de año. Saludos y cariños inmensos para él.
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