Ayer, 7 de mayo, se apagó una luz que dio paso a una nueva estrella, desde donde nos ilumina el Dr. Alfredo Mannucci, para mí, Don Alfredo, como me gustaba llamarlo.
Esta foto la tomamos al finalizar un acto y es así como lo recordaré siempre, con esa sonrisa de hombre bueno, caballero, ferviente sanmartiniano y muy amante de la historia, padre, abuelo y un gran, gran amigo. Con él manteníamos constante contacto a través, de este medio, internet, hasta le cursaba invitaciones para actos a los que siempre asistió. Sentí su cariño al igual que el de su maravillosa esposa Susana. Fue quien me llamó por primera vez desde que vivo en Monte Grande por mi sobrenombre, no importa donde estuviésemos él me decía: "Mimi ¡cómo andas!" y ahí empezaban nuestras interminables charlas.
Son simples y muy humildes palabras, pero que salen desde mi corazón que hoy está muy, pero muy triste, pero todos debemos de recordarlo, así, con esa amplia sonrisa de amigo incondicional.
¡Hasta siempre Amigo Alfredo!
Mis condolencias, querida amiga.
ResponderEliminarUn gran abrazo desde este lado del mundo
Lo siento mucho Mimi, se como te brindas a la amistad y esto debe ser doloroso para vos. Te envio un fuerte abrazo y un beso.
ResponderEliminarTe quiero mucho
Ana