Terrible y desalentador mensaje... en 1992 tuvo apenas repercusión y no pasó de mera "anécdota" el que una niña de 13 años pusiera los puntos sobre las íes a los políticos y les llamase al orden... ¡cuántos gritos como ese han sido silenciados por quienes sólo piensan en poseer más y más desde puestos de resposabilidad mundial, como la ONU!
En realidad, yo le encuento un lado muy positivo, aunque los grandes mandatarios permanezcan inmutables ante reclamos como éste, es muy importante saber que existen personas con la capacidad, la garra y las ganas de que la situación cambie ¡¡No perdamos la esperanza!! Esta niña ha hablado de tal forma, que si observáis atentamente los tostros de los magistrados allí presentes, se podía ver claramente, que en el fondo de su corazón, estaban admitieno las verdades que la niña decía, verdades absolutamente irrefutables, que, por un momento al menos, hacían que éstos "Señores" se sintieran avergonzados de sí mismos, así creo. Esta niña hoy tiene 30 años y es muy posible que desde su lugar, siga bregando por lo que nos corresponde. También creo que nos atañe a todos, y que nuestra responsabilidad es: ¡¡EL COMPROMISO!! De la forma que fuera y en el órden que nos toque. ¡TENGAMOS FÉ!! ¡Es lo último que debemos perder! Susana................
Terrible y desalentador mensaje...
ResponderEliminaren 1992 tuvo apenas repercusión y no pasó de mera "anécdota" el que una niña de 13 años pusiera los puntos sobre las íes a los políticos y les llamase al orden...
¡cuántos gritos como ese han sido silenciados por quienes sólo piensan en poseer más y más desde puestos de resposabilidad mundial, como la ONU!
En realidad, yo le encuento un lado muy positivo, aunque los grandes mandatarios permanezcan inmutables ante reclamos como éste, es muy importante saber que existen personas con la capacidad, la garra y las ganas de que la situación cambie ¡¡No perdamos la esperanza!!
ResponderEliminarEsta niña ha hablado de tal forma, que si observáis atentamente los tostros de los magistrados allí presentes, se podía ver claramente, que en el fondo de su corazón, estaban admitieno las verdades que la niña decía, verdades absolutamente irrefutables, que, por un momento al menos, hacían que éstos "Señores" se sintieran avergonzados de sí mismos, así creo. Esta niña hoy tiene 30 años y es muy posible que desde su lugar, siga bregando por lo que nos corresponde.
También creo que nos atañe a todos, y que nuestra responsabilidad es:
¡¡EL COMPROMISO!! De la forma que fuera y en el órden que nos toque.
¡TENGAMOS FÉ!! ¡Es lo último que debemos perder!
Susana................