Hoy se cumple un nuevo aniversario de aquel combate en San Lorenzo, el único que librara el Gral. Don José de San Martín en suelo argentino.
Hace unos años caminaba por ese convento, tocando sus históricas paredes y escuchando susurros por los pasillos que de alguna manera piden que nuestra historia no se olvide.
Sorprendió que en el bicentenario no se haya decretado feriado nacional como así se hizo con otras fechas, quizás fue un tremendo error que nadie justificó.
Quiero compartir nuevamente la nota y fotos que tomé en esa oportunidad y si al leer esto te despierta el deseo de acercarte, no lo dudes, vale la pena, porque hoy tenemos lo que otros nos legaron.

El Regimiento de Granaderos a Caballo, tuvo su bautismo de fuego en la Batalla de San Lorenzo, a orillas del Paraná, el 3 de febrero de 1813. Dos compañías de 60 granaderos cada una, al mando de San Martín y el capitán Bermúdez enfrentaron a 250 realistas al mando del capitán Zabala.
San Martín estuvo a punto de perder la vida en esta única batalla librada por él en territorio argentino al quedar atrapado bajo su caballo y es salvado por el granadero Juan Bautista Baigorria quien mata al realista y el granadero Cabral que liberando al libertador encuentra la muerta tras recibir dos heridas mortales y en su agonía repite la frase que todos conocemos "muero contento... hemos batido al enemigo."
El comedor de los monjes franciscanos del Convento de San Carlos, en esa fecha se transformó en hospital para todos los heridos de ambos lados, allí fue donde tuvieron que amputar la pierna del Capitán Bermúdez por estar en pésimo estado, se lo alojó en uno de los claustros y días después él mismo aflojó el torniquete que impedía que se desangrara al haberle sido amputada su pierna y murió desangrado.
Este combate no duró más de 15 minutos y fue de gran trascendencia para la revolución.
Pacificó el litoral de los ríos Paraná y Uruguay, dando seguridad a sus
poblaciones; mantuvo libre la comunicación con Entre Ríos, que era la base del
ejército sitiador de Montevideo; privó a esta plaza del auxilio de víveres para
prolongar su resistencia; conservó franco el comercio con el Paraguay, que era
una fuente de recursos y, sobre todo, dio un nuevo general a sus ejércitos.
A más de 200 años de esta batalla, el Regimiento de Granaderos como cada año realiza una recreación de la misma en el Campo del Honor donde aún se mantiene en pie el tan nombrado pino en el que se sentó a descansar el coronel frente al convento de San Carlos, lugar repleto de historia que bien vale la pena ser visitado.

HERMOSA LA NOTA!!! UN PASEO QUE TODOS TENDRIAN QUE HACER.
ResponderEliminarALGUNA VEZ PASEANDO POR EL CONVENTO IMAGINE OIR LOS "SORDOS RUIDOS DE CORCELES Y DE ACEROS",ES EMOCIONANTE!!! ES COMO VIVIR LA HISTORIA.
GRACIAS MIMI!!,BESIS,NORA®
Mimi: me emocione al encontrarme con esta nota. He pasado por el Convento en varias ocasiones, desde chico. Las referencias familiares advierten que uno de mis predecesores, estudió allí. El sólo pensar en el Pino me recuerda mi infancia y cuando se plantaron retoños en plazas de la región, además de en Monte Grande y en Ezeiza, pos supuesto, aún en pié.
ResponderEliminarTe comento algo muy loco. Mi hermano llevó a mi mamá a San Lorenzo y ya frente al mítico pino, muy seria comentó: No lo recordaba así, aquí había un paredón y estaba frente al campo. Hoy, con sus 90 años, pretendía encontrarlo igual que en su último viaje,.....¡ en 1929 !
Juan Carlos Ramirez
www.pensandobicentenarios.blogspot.com (en reelaboración)
Hola Mimi, vine a visitar tu blog y me he quedado maravillada por todas las cositas lindas que has colocado. Muy interesante lo de San Lorenzo, yo no conozco y me encantaria hacerlo.
ResponderEliminarTe felicito por todo lo que haces, tenes un gran merito
besitos
Ana Maria
Muy buena nota de interés histórico de fundamental que deberían leer grandes y chicos.
ResponderEliminar