Feliz Día del maestro

   Esta es la historia de una maestra, religiosa ella, que un día, allá por.......dejemos las fechas.

   Una mañana temprano entró al aula, miró a sus alumnos, un grupo de niños de 9 años y muy seria dijo que ella siempre tuvo grados grandes y ahora la habían mandado con chiquitos. Contó lo exigente que era y que no se detendría, el grupo debía seguirla.

Mmmmmm, parecía brava ¿qué le esperaba a ese cuarto grado?.

El colegio era mixto y dejó muy en claro que no aceptaba grupitos, los problemas de uno se resolverían entre todos.

    La cosa iba cambiando.

   Llegaba la hora de matemática y los problemas inundaban al curso, ella repetía todo el tiempo "razonen, razonen, no busquen un resultado sin un razonamiento".

    Llegaba la hora de lengua y tomaba dictados que se corregían en el pizarrón y quedaban escritas las palabras con mayor dificultad para la clase, por días, la idea era visualizar.

Los verbos, a....los verbos, era rodear el curso y preguntaba como si fuese un concurso de Feliz Domingo, contestabas en el momento o pasaba al de al lado.

Pero también había recreos, donde ella misma confeccionaba las pelotas de trapo con las medias viejas de todas las hermanas y se armaban los partidos, silbato colgando como el mejor de los referí.(Shhhh, la pelota era de trapo porque la divina de la Madre Superiora, María Viscardi, no permitía ese juego porque había grandes vidrios que daban al patio.) Los varones en el partido y las nenas por elección de hinchada.

   El tiempo pasaba y los niños crecían a su lado.

También tuvo paso la etapa de Música en Libertad  (programa televisivo) y el winco en el patio, LP de colores, todos en fila, a bailar, gran show de varones futboleros esforzándose por hacer lo mejor posible.

   ¿Dónde quedó esa maestra que parecía tan dura porque el grupo era de corta edad? Compartió con estos chicos hasta que se graduaron en séptimo grado.

 Todos aprendimos a bordar, tejer, coser ... Mii homenaje por el día del Maestro a la mejor maestra que haya tenido, la Hermana Silvia Dalcolmo, hoy jubilada en el colegio Santa Margarita de la Plata, el ser más maravilloso e inolvidable en mi vida.

Si querés conocerla, sólo acercate al colegio y ella seguro lte va a recibir.¡Qué lindo sería que hubiese más docentes como ella! no sólo cumplió con un programa, nos enseñó a vivir, el respeto por el prójimo, el compañerismo.

  Aún tengo presente el cartelito en el pizarrón con las palabras fue, fui, vio y dio para que fijemos que no llevan acento.

  ¡Qué hermosa época y qué bella persona! Y gracias a Dios gran parte de ese grupo de chicos seguimos frecuentándonos y jamás está ausente nuestra Querida Hermana Silvia.

   La quiero hermana hasta el último día de mi vida la tendré presente.

 

                              ex-alumna del Colegio Corazón de Jesús, Cap.Fed.

Vaya también mi homenaje a la Srita. Alicia Alcántara (prof.de danzas).