Después de años en que los feriados de carnaval fueron quitados del almanaque, vuelven a los calendarios y nuevamente las planificaciones para un finde largo.
Cuando era chica, existía como feriado el lunes y martes de carnaval, así como el 6 de enero día de Reyes Magos coincidente con mi cumpleaños.
¿Cómo eran los carnavales?, mis recuerdos son hermosos, mis abuelos vivían sobre Av. San Martín en Caseros y allí nos reuníamos en familia, cenábamos y luego los nietos buscábamos la complicidad del abuelo Demetrio para que convenza a los papis para jugar en la calle mientras pasaban las comparsas. Las mamás (la mía y mi tía) no querían saber nada, pero el abuelo intercedía y lo lograba. Debíamos jugar siempre a la vista de los mayores quienes nos vigilaban desde el balcón.
No sólo ahí disfrutábamos, vivía de niña en un hermosísimo barrio, en Villa Ortuzar, aún hoy sigue guardando el corazón del barrio porteño. Puntualmente mi casa quedaba en Heredia y Alvarez Thomas y allí estaba el "Sporting Social Club", que aún existe, típico club de barrio. En las noches de carnaval, había concurso de disfraces y ahí nos presentábamos con las chicas del barrio y también había una consigna, mi papá estaba en la terraza de casa y cada tanto debíamos con mi hermano pararnos en el centro del patio del club y saludar con las manitos a mi papi que nos estaba observando. Todos los años volvíamos con una copa de recuerdo porque nadie perdía, todos nos íbamos con algo.
Pero tampoco terminan ahí los recuerdos ya que veníamos a Monte Grande donde el corso era precioso y los autos podían desfilar sobre la calle Alem que es la principal de la localidad y ahí mi papá nos sentaba a todos los chicos de los alrededores en la estanciera y nos paseaba disfrazados y como éramos chicos, no bajábamos del vehículo y esto siempre lo coronaba volviendo a la quinta donde pasábamos las vacaciones y preparaba choripán para todos mientras jugábamos a las escondidas.
El último corso que recuerdo fue en el año 1985, ya casada y esperando a mi primer hijo.
Una época maravillosa, de respeto, tranquilidad y sana diversión. Nuevamente los corsos están ganando las calles y sinceramente no veo mal esta fiesta popular mientras pueda restablecer ese carnaval que muchos llaman "de antaño"el que pudimos conocer.
Que lindos eran aquellos carnavales, es una lastima que ya no se parezcan mucho los de ahora, reinaba una alegria en todos, y grandes y chicos disfrutaban d elos disfraces , ya fueran costosos o hechos en casa con poca cosa. Gracias por traer este recuerdo
ResponderEliminarbesos
Ana Maria
Querida Mimi, cuéntame qué ha ocurrido... dime que tu y los tuyos estáis bien, porfa
ResponderEliminarte dejo abrazos en espera de tus palabras
Lo vivi en primera persona, gracias por regalarnos este relato.
ResponderEliminarUff era hermoso aquel tiempo ..entrañable!
ResponderEliminar